Al parecer, sobre esta fuente se ubicaba el cementerio medieval. En esta zona se han localizado restos de lápidas medievales adornadas con la cruz de la Orden de Montesa.
Las costumbres religiosas de Culla también nos hacen suponer que en este lugar se situaba el camposanto. Siguiendo una tradición inmemorial, la procesión de rogativas de Culla a San Juan de Peñagolosa, al regresar al pueblo, sube por el Carrer de la Font y se detiene poco antes de llegar a este punto para cantar un responso a los difuntos. La romería, cuyo origen se remonta al siglo XIV, todavía se sigue celebrando el viernes y sábado de la Semana del Corpus Christi.
Según una antigua leyenda, la fuente también oculta la salida secreta de un túnel que comunicaba directamente con el castillo.
La lápida medieval
“En Culla todas las piedras hablan” se suele decir, dado que durante siglos los restos de los monumentos derrocados han sido reutilizados en la construcción de casas y calles. En cada pared o baldosa encontramos mensajes que nos hablan de tiempos remotos.
Sobre el portal de la casa número 16 se distingue la siguiente inscripción latina: IUDICIUM. DURISSIMUM HIS QUI REGUNT O MARIA SUSPIRANT MORTUI A ET PIA. “Aquellos que gobiernan tendrán, un juicio implacable. Oh! María, los difuntos suspiran por ti compasiva.”