El Carrer Pla (Calle Llana) era la vía principal de Culla en la época medieval. Al inicio de la calle se situaba la Plaza del Mercado, donde existía una puerta de entrada al recinto amurallado: El Portellàs. La calle unía la Plaza del Mercado con el centro del pueblo, donde estaba el Ayuntamiento y la Iglesia.
En esta calle podemos contemplar casas que conservan sus antiguas puertas divididas en horizontal, así como anillas donde ataban a los matxos (mulos) cuando los preparaban para la carga.
Todavía podemos ver en alguna de ellas los ventanales tintados en un azul celeste que los hace resaltar sobre las fachadas de piedra. Según la leyenda, los antiguos habitantes de Culla pintaban sus ventanas con el objetivo de ahuyentar los malos espíritus y ánimas errantes.